Reencuentro de un amor 60 años después

Ambos crearon hogares, sin olvidar el amor de adolescencia y por destino volvieron a encontrarse 60 años después.

Cuando hay sinceridad, el amor verdadero prevalece al tiempo como un solo latido. Esta es la historia de Anna Kozlov y Boris, que se casaron en la juventud y 3 días luego de la boda fueron separados.

Ambos tenían 20 años o más, con la vida llena de esperanzas por consumar y deseos de convivir en prosperidad. Debido a las circunstancias de sociedad en la Rusia estampada por la oscuridad de Stalin cortó totalmente sus propósitos.

No se vieron nunca más. Por el trascurso del tiempo y el sentimiento de soledad y de “no saber”, llenó de arrugas a ambos, siendo necesario atravesar nuevas vías obligadamente, guardando en su pecho el amor que se encontraba disipado.

El reencuentro de un amor al pasar 60 años. Cuando la vida está cercana a 80 años y una vejez prohibida de sentimientos, por casualidad o destino vuelven a encontrarse.

Amor de verdad y tiempos oscuros

reencuentro después de 60 años

Se conocieron en una plaza de un pueblo ruso, pertenecía al partido comunista, pronunciaba un discurso, cuando puso la mirada en una joven, se sintió poseedor del amor de su vida.

Entendían que estaban destinados a vivir juntos, casándose rápidamente porque Boris y el ejército serían destinados a una misión

Se conoce que Anna Kozlov no era de agrado de los del partido comunista, pues su padre estaba exiliado en Siberia por ser contrario de la política de Stalin, de gran peligro en ésos tiempos.

No le dieron importancia casándose para poner sello de amor con la proposición del anillo, esperanzados con tener una familia de armonía y con abundante dicha.

Eran años severos en Rusia, donse se entendía más de persecución, pagos, limpias y de castigar al pueblo que necesitaba tranquilidad, amor y deseos de ser feliz.

Con tristeza trascurren 60 años

No pudo hacer nada Anna para comunicarse con su esposo, no le permitieron saber ni adonde lo llevaba, desesperada por estar castigada sin fundamentos y sumado a eso posiblemente no volvería a ver a Boris y tampoco la encontraría.

Siguieron pasando los años… llenando el corazón de Anna de honda amargura, deseando transitar Rusia completa buscando a Boris.

Fue duro el golpe, cuando su madre quemó todos los retratos de su esposo, incluso los de boda.

Le dijo que no tenía marido, que era necesario volver a casarse, concertando la unión con alguien más.

No comprendió la decisión de su mamá y le afectó de tal forma que intentó ahorcarse en una zona de Siberia donde estaba exiliada.

La madre la libró de eso y la golpeó luego de hacerlo. Le dijo que razonara y pensara en ella misma y que se diera nueva oportunidad, luego lo hizo, pasando 60 años de intensa tristeza que disimulaba con sonrisas, por el nuevo hogar, con hijos, nietos… con el inolvidable amor de cuando era joven, que no podía olvidar.

Reencuentro

Boris se hizo escritor. En la totalidad de sus escritos, estaba una joven, que siempre quien lo protagonizaba terminaba por perder.

Llevaba cicatrices en el corazón en forma de penalidad, que sentiría hasta morir.

Aunque el destino a veces es cruel, nos da maravillosas sorpresas. Tejiendo de alguna forma hilos que nos acercan a personas enamoradas.

Tenían 80 años cuando volvieron al pueblo donde nacieron. Los dos eran viudos y decidieron pasar el resto de vida unida donde habían crecido.

No se enteraron que esa decisión era de ambos, pero la casualidad fue la intercesora.

Por la mañana de cualquier día, Anna puso la mirada en un varón que estaba por entrar a su carro. Reconocía el porte, la forma de mirar, sus ademanes… era Boris. Su marido de verdad.

Su amor era enérgico que no entiende de tiempo ni edad, desde entonces no se separan.

Conversaron toda la noche de lo vivido, enterándose de todo como si no importara. Sin el peso de años. Se encuentran juntos nuevamente y están felices por ello, un reencuentro de un amor que ha concluído en una historia feliz.