El cabello, en general, forma parte de nuestra buena apariencia. Como nos gusta vernos bien, nos esmeramos por cuidar nuestro cabello. En el caso de los hombres están pendientes de mantener su corte o lucir el último de moda; en el caso de las mujeres, éstas le prestan tanta atención al corte y estilo, como al cuidado de su cabello.
Sin embargo, nuestro cabello no sólo nos permite tener una apariencia agradable sino que además, cumple un papel protector para nuestro cuero cabelludo; pues lo protege de los factores externos como el calor, la humedad y el frío. Por ello, dedicamos este artículo para ofrecerte unos cuantos consejos para mantener tu cabello sano y hermoso.
Cabello sano utilizando nutrientes naturales
Para saber exactamente que necesita tu cabello, debes empezar por identificar cuál es tu tipo, ya que de ello depende el cuidado que debas darle. Los tipos de cabello más comunes son:
Liso: un cabello se considera liso cuando está orientado verticalmente hacia abajo. El cabello liso se caracteriza por tener el folículo redondeado y es el ideal para realizar peinados con trenzas.
Ondulado: tiene forma oval en ciertas zonas; sin llegar a ser completamente rizado desde la raíz; este tipo de cabello es un poco difícil de tratar y peinar, pero bien cuidado y con el corte adecuado puede lucir espectacular.
Rizado: tiene forma elíptica y abundante frizz. Suele ser tratado con un uso excesivo de champú, acondicionador y secado, lo cual empeora sus características con el paso del tiempo.
Lucir una cabellera hermosa y sana no tiene por qué ser complicado o engorroso; tenemos al alcance los elementos de la naturaleza, usando estos a nuestro favor y evitando el uso excesivo de químicos podemos tener un cabello saludable.
Lo cierto es, que los mejores hidratantes para el cabello provienen de la naturaleza; los aceites naturales como el de oliva, coco, romero o argán podemos aplicarlos una vez por semana en el caso de que tengamos el cabello liso u ondulado y 2 veces por semana en el caso del cabello rizado. Podemos hacerlo, dejándolos como mínimo 15 minutos y retirándolos luego con nuestro champú habitual.
Al hacerlo así, mantendremos nuestro cabello sano y prevendremos las puntas abiertas y el frizz. A continuación sugerimos otros elementos naturales que pueden contribuir con el cuidado de nuestro cabello.
Aguacate: sus aceites naturales son perfectos para hidratar, nutrir y mantener el cabello sano. Puedes utilizar un aguacate bien maduro como mascarilla, aplicándolo directamente al cabello después de triturarlo.
Canela: es utilizada como un aclarante natural. Para emplearla, elabora una infusión con agua y palos de canela y el tónico resultante lo puedes aplicar 3 veces por semana.
Perejil: sirve para controlar la caspa y la seborrea. Para utilizarlo prepara una infusión con una ramita de perejil, deja que se enfríe y aplícala después del champú, enjuagándola al finalizar la aplicación.
Romero: se ha comprobado su eficacia para la caída del cabello. Elabora una infusión con ramitas de romero, déjala enfriar y úsala como tónico dos o tres veces por semana. También puedes agregar la infusión a tu champú y utilizarla en tu lavada diaria del cabello.
Aplicando estos consejos constantemente, en poco tiempo verás los resultados y lucirás un cabello sano y hermoso.